Un hombre abre los ojos. Se levanta torpemente y mira hacia ambos lados. No puede ver nada, está todo a oscuras. Había tenido un extraño sueño en el que alguien con la cara de un cerdo lo cogía y se lo llevaba. De repente unas luces se encienden detrás de él. Rápidamente se gira y en el techo es capaz de observar un coche, para ser más exactos un ferrari, colgado mirando para abajo y con las luces delanteras encendidas. Poco le falta para darse cuenta de que ese es su coche. También ve que dicho coche está atado al extremo de una espécie de gigantesco pendúlo sostenido del techo que, si no va él mal fijado, el coche apunta a su espalda. A parte de eso, también puede observar que se encuentra en un gran teatro.

- ¿Qué cojones...?

Los focos del escenario se encienden de golpe y el individuo se vuelve a girar.

- ¿Chester?

- ¿Eh? ¿Richard? ¿Dónde estamos? ¿Qué esto? ¿¡Qué demonios es esto!? ¡¡¡AAAAARGHH!!!

Delante del primero en despertarse se alza una inmensa ruleta blanca con un espiral rojo sujetada de numerosos engranajes detrás del telón. En ella otro individuo atado intenta saber lo que está pasando.

- ¡¡¡Diooossss!!! ¡¡¡SOCORRO!!! - grita el de la ruleta -.

- Eh, Chester, cálmate ¿vale?

- ¡Tú véte a la mierda, gilipollas!

Él intenta avanzar pero dos cadenas en sus pies se lo inpiden.

- Oh, mierda ¡¡¡SOCORRO!!!

De repente un televisor, seguido de siete u ocho, se enciende y en él aparece un extraño títere.

- Hola, Richard. Quiero jugar a un juego.

- ¿¡Quien cojones es este!? - grita Chester -.

- Si has observado detrás tuyo encontrarás tu querida adquisición con la que has llegado a por poco estrangular a tu hermanito Chester. Por años le has dado más importancia a un objeto sin vida que a tus propios familiares y amigos, hasta estuviste a punto de matar a tu propio hermano porque te lo cogio sin permiso. Hoy pondremos a prueba esa peculiar obsesión.

- Mira en que nos has metido - le dice Chester -.

- El juego que te he preparado está pensado para ver cuanta puntería tienes. Dentro de 60 segundos el péndulo en el que está sujeto tu cochecito descenderá, y tú y tu hermano quedaréis por fin unidos. La única manera de retirar las correas que os detienen es consiguiendo romper un mínimo de tres luces de las seis que rodean el cuerpo de Chester - entonces los dos se dan cuenta de una serie de luces de colores apagadas en la ruleta: una entre sus piernas, otra bajo su brazo izquierdo, otra al lado de su costilla derecha, otra al lado de su pierna izquierda, otra al lado derecho de la ruleta y otra al lado de su cuello -. Seguro que conoces el típico juego de lanzar cuchillos a la ruleta - y entonces unas luces al lado derecho de Richard se encienden y un pequeño espiral como el de la ruleta empieza a girar a toda velocidad. Bajo él estan sujetas una serie de hachas pequeñas -.

- Joder, esto es una locura... - se dice Richard -.

Chester se asusta aún más al ver aquello.

- Creo que ya sabes lo que tienes que hacer, Richard. Apunta bien y confía en ti mismo por una vez en la vida, y recuerda: Si tu hermano muere, tú también mueres... Vive o muere, Richard. Tú decídes.

Los televisores se apagan.

- ¡¡¡Nooo!!! ¡¡¡Loco de mierda!!! - grita Richard al televisor -.

El contador empieza a contar.


Jeje espero que os haya gustado el primer capítulo, espero vuestros comentarios!