- Hola, Joe, esta es tu segunda prueba. Las dos personas delante de ti te han acompañado en tus numerosos abusos y atracos. Han sido herramientas claves del sufrimiento hacia inocentes. Hoy ellos sufrirán de verdad sino haces algo para impedirlo... Dentro de 60 segundos los tubos clavados a la barriga de David y Leigh empezarán a inyectarles el ácido de los botes hasta que éstos queden vacíos y su cuerpo quede destrozado por la mitad - ambos se asustan aún más y siguen dando movimientos bruscos para intentar escapar -. La única manera de salvarlos es seleccionando una de las 6 combinaciones de números, pero ten cuidado, porque sólo tienes una oportunidad de dar con la combinación correcta, ya que si te equivocas, David y Leigh morirán, y si eso pasa, su monitor cardíaco en su espalda hará detonar las bombas de este cuarto, y tu juego habrá acabado.

- Joder, ¡ten cuidado, Joe! - grita asustado Leigh -.

- Recuerda, Joe - prosigue la cinta -, si ellos mueren, tú mueres. Que empiece el juego.


El contador de 60 segundos empieza a contar. David y Leigh se desesperan. Joe, todo nervioso, se acerca al panel de control donde se encuentran las 6 combinaciones a elegir, cada una de 7 números del 1 al 7. Él decíde actuar.





Ahora te toca a ti, ¡piensa y descifra la combinación! (la gracia de esto es pensar y dar con la respuesta correcta, no ir pulsando los botones hasta encontrarla).







8 y cuarto. Los detectives llegan al hotel de la calle Wilson. Salen del coche y cogen las armas.

- Oye, creo que será mejor que de entrada vayamos sólo Darren, yo y dos de vosotros - les aconseja Gibbs a los demás -. Si necesitamos refuerzos ya os llamaré.

- Esta bien, pero tened cuidado - accede Allie -.

- James, Homer, venid conmigo - les ordena Michael a dos de los SWAT -.

Los cuatro entran en el hotel. En la puerta hay un sin techo que les pide algunas monedas pero ellos lo ignoran. Dentro, el recepcionista, un tipo gordo en camiseta y gafas con una cerveza y escondiendo una revista porno, se extraña de que en su humilde hostal entren dos polis y un par de SWATs.

- ¿Ocurre algo, agentes?

- Sí, bueno... Nos han avisado de un delincuente que puede estar por aquí, en la habitación 28, para ser exactos - le va explicando Darren -. ¿Nos podría dejar la llave de la habitación, porfavor?

- Eh, sí, claro, tenga - les responde él dándoles la llave -.

- Gracias, no es necesario que venga - se despide Darren -.

- ¿Seguro que no necesitan nada más? Tengo buena memoria, les puedo describir caras, si quieren.

- Eh, bueno... ¿Ha visto pasar a alguien raro hoy? - le pregunta Gibbs -.

- Mmmmm... no, aunque he salido esta mañana a visitar a mi madre al hospital. Me he dejado el local abierto, pero no he notado nada raro...

- Bien, gracias - se vuelve a despedir Gibbs viendo que aquel recepcionista es un tanto inepto -.

- Si necesitan algo más, bajen - les aclara sacando otra vez su revista mientras ellos se van -.

Los polis llegan a la puerta de la habitación con la intención de encontrarse con su amigo Jigsaw. Gibbs mete la llave y abre la puerta lentamente y sacando la pistola.

CONTINUARÁ...